La maja desnuda ¿Qué es?, características, análisis, historia y más
- Una hipótesis más reciente sostiene que sería Pepita Tudó, amante y luego esposa de Manuel Godoy.
- Solo fue posible emplearlos como pago de servicios postales durante tres días, hasta el 17 de junio, de ahí la dificultad de encontrarlos matasellados.
- El momento crucial y más esperado era cuando la duquesa debía elegir el vestido que debía lucir ese día.
- Este matrimonio convertía a Godoy en miembro de la Casa real y, por lo tanto, entraba a formar parte en la línea sucesoria para heredar el reino.
Se sabe con certeza que Jovellanos, el gran ilustrado, sobrevivió a un envenenamiento cuando se enfrentó a la política que patrocinaba la reina María Luisa. También se atribuye al entorno de la reina María Luisa la muerte de la primera esposa de su hijo Fernando VII. Colabora en desvelar el misterio de quién era la mujer que pintó Francisco de Goya en sus cuadros La maja desnuda y La maja vestida. Unos dicen que la mujer retratada fue Cayetana, la duquesa de Alba; otros que Pepita Tadó, la esposa clandestina del poderoso Manuel Godoy. Goya nos ofrece este desnudo femenino de frente, mostrando una anatomía femenina perfecta. La mirada directa, con una ligera sonrisa desafiante nos revela su ideal de mujer.
Other works by Goya y Lucientes, Francisco de
¿Tuvo propósitos de mayor malicia este retrato, por parte de Goya, poco respetuoso de la propiedad ajena cuando de faldas se trataba? … Lo cierto es que el teatino gritón tuvo el retrato de su amiga, en todo el esplendor de su desnudez, y luego, para evitar murmuraciones y sorpresas de la curiosidad, Goya pintó muy a la ligera otro cuadro igual, la Maja vestida, que servía como de tapadera al anterior. Llamaba mi atención, con el atractivo del misterio, la doble obra de la Maja vestida y la Maja desnuda, esos dos lienzos de iguales dimensiones e idéntica composición, en los que se repite la misma figura, sin otra diferencia que la de los paños, y que parecen hechos para adaptarse uno sobre otro. Además la «Maja vestida», con su bizarro traje, mezcla de manola y odalisca, está pintada muy a la ligera, muy «corrida», como dicen en el argot de los estudios, y parece no haber alcanzado de su autor otra atención que la que merece una simple tapadera destinada a resguardar una obra de más mérito.